El pensamiento estratégico ayuda a los directores ejecutivos a construir negocios exitosos. Les ayuda a establecer empresas eternas. Es uno de los elementos clave en la toma de decisiones. Es diferente del liderazgo estratégico. Diferencia a los líderes de los gerentes.

La estrategia es el medio y mecanismo a través del cual las organizaciones logran sus metas y objetivos. Es el proceso de preparación para el futuro analizando el entorno interno y externo y sopesando las fortalezas y debilidades de los competidores y creando el futuro.

Es corresponder con los movimientos y acciones de contraataque según las tácticas de los competidores para mantenerse al frente del juego. Michael Porter define: “La estrategia consiste en diferenciarse de la competencia. No se trata de ser mejor en lo que haces, se trata de ser diferente en lo que haces”.

La estrategia ayuda a identificar lo que está frenando para alcanzar el siguiente nivel superior. No es un concurso de popularidad. Ayuda a complacer a la mayoría de los clientes, no a todos los clientes.

La estrategia es fundamentalmente un conjunto de decisiones que toman los líderes a lo largo de la cadena de valor. Entonces, los líderes no deben tratar de ser los mejores sino ser únicos para sobresalir del resto.

Estrategia versus táctica

La estrategia corporativa implica una combinación juiciosa de estrategia y táctica. Los directores ejecutivos deben trabajar en trincheras y combinar estrategias y tácticas de manera efectiva para construir negocios exitosos. Deben mantener un lenguaje simple y directo para permitir que un laico entienda e implemente su estrategia. Deben ser pensadores estratégicos que combinen estrategia y táctica.

Para ser un pensador estratégico, debe soñar en grande, pensar en grande, ver el panorama general y comprender las tácticas. Cuando quieres tener éxito como emprendedor debes combinar estrategia y táctica.

Aquí hay algunas diferencias entre estrategia y táctica. El pensamiento estratégico es hacer las cosas correctas, mientras que las tácticas son hacer las cosas bien. La estrategia es un plan a largo plazo que generalmente se fija, mientras que las tácticas son flexibles y cambian según el problema y el escenario predominante.

La estrategia enfatiza soluciones a largo plazo mientras que las tácticas enfatizan soluciones rápidas a corto plazo. La estrategia es proactiva mientras que las tácticas son reactivas. La estrategia se realiza por encima de los hombros mientras que las tácticas se realizan por debajo de los hombros.

La estrategia no está estructurada y está claramente enfocada, mientras que las tácticas están estructuradas y ejecutadas con eficacia.

La estrategia es creativa mientras que las tácticas son analíticas. La estrategia se centra en el exterior, mientras que las tácticas se centran en el interior. La estrategia es difícil de evaluar, mientras que las tácticas son fáciles de evaluar.

La estrategia está en el nivel superior, mientras que las tácticas están en la gerencia de nivel medio. La estrategia es intangible mientras que las tácticas son tangibles. La estrategia se ocupa de aspectos generales, mientras que la táctica se ocupa de aspectos específicos.

Las tácticas son un subconjunto de la estrategia. Sucintamente, la estrategia es un fin, mientras que las tácticas son los medios para lograr los fines.

“No es necesario ser un genio o un visionario, o incluso un graduado universitario, para tener éxito. Solo necesitas un marco y un sueño”. –Michael Dell

Características de los pensadores estratégicos

Los pensadores estratégicos son optimistas y confiados. Son curiosos por naturaleza y siempre están fuera de su zona de confort. Exploran y experimentan con cosas nuevas. No se adhieren a las herramientas y técnicas probadas por el tiempo porque saben que lo que funcionó en el pasado puede no funcionar ahora y en el futuro.

Piensan desde múltiples perspectivas y cambian sus herramientas y tácticas de vez en cuando. No pueden ser predichos por otros. Son proactivos, statu quo ante y piensan a largo plazo.

Los pensadores estratégicos son parte de la solución, no del problema. Miran la raíz del problema y lo abordan con seriedad y eficacia. Resuelven el problema, no el síntoma. Comienzan con el final en mente.

No esperan para buscar información completa sobre los problemas. Trabajan con la información existente y utilizan las herramientas que tienen sin culpar a las circunstancias ni a los demás. No sobrestiman ni subestiman sus habilidades y las de los demás.

Mantienen la calma durante las crisis. Reflejan mucho. Son audaces, aceptan el cambio de todo corazón y prosperan en la incertidumbre. Son curiosos, creativos y adaptables. Son lectores voraces. Cambian sus herramientas y tácticas de vez en cuando para evitar que otros les den jaque mate y mantenerse a la cabeza de la carrera.

Se esfuerzan por la excelencia, no por la perfección. Actúan y no reaccionan a los desafíos. Son persistentes para resolver los desafíos y son conscientes de que a menudo es la última llave del manojo la que abre la cerradura.

¿Cómo mejorar tu pensamiento estratégico?

El pensamiento estratégico es un enfoque único para examinar los desafíos de forma analítica y conectarlos lógicamente para predecir el futuro. Implica predecir lo que es probable que suceda y crear el futuro en consecuencia.

Ayuda a ver los problemas desde múltiples perspectivas y toma decisiones conscientes. Es una mentalidad y una forma de vida para los líderes y directores ejecutivos dentro de las organizaciones. El desarrollo de habilidades de pensamiento estratégico transforma el tiempo y la actividad improductivos en tiempo productivo y actividad estratégica. El pensamiento estratégico nace y se cría.

Está dotado en parte a través de los genes y en parte se desarrolla pensando estratégicamente y mediante la práctica. Se puede perfeccionar por varios medios, como reflexionar, conectar los puntos, aprovechar todo el cerebro, empatizar y tomar decisiones a través de la cabeza, el corazón, las tripas y la intuición.

Puede mejorar el pensamiento estratégico evitando nociones preconcebidas, teniendo una mente abierta, escuchando atentamente y haciendo preguntas apropiadas y significativas.

Debes ver lo invisible. Cree redes que lo ayuden a escanear el horizonte. Llegar a la raíz del problema. Sea firme. Reúna información de múltiples fuentes y sintetícelas para construir su propia perspectiva para tomar decisiones. Tome retroalimentación para mejorar su pensamiento estratégico.

En resumen, el pensamiento estratégico existe en todos los humanos, pero solo unos pocos lo descubren y lo canalizan de manera efectiva para lograr sus objetivos. Cuando quieras lograr algo grande en tu vida, debes perfeccionarlo regularmente saliendo de tu zona de confort.

Un plan para que los directores ejecutivos dibujen una estrategia disciplinada

Los pensadores estratégicos ven el panorama general, analizan el entorno y sopesan los pros y los contras antes de tomar decisiones para crear el futuro.

Aquí hay un plan para que los directores ejecutivos creen una estrategia.

Identificar las fuerzas y factores que son tangibles e intangibles. Puede abordar fácilmente las fuerzas y los factores tangibles, pero es una tarea hercúlea identificar y abordar las fuerzas y los factores intangibles.

Por lo tanto, los directores ejecutivos deben enfatizar más las fuerzas intangibles para abordar los problemas organizacionales. Es más fácil decirlo que hacerlo. Deben dibujar un diagrama dividiendo en fuerzas tangibles e intangibles. Deben dividir más el diagrama de las fuerzas tangibles e imaginar las fuerzas que son intangibles.

Para concluir, existe una necesidad urgente de mejorar el pensamiento estratégico en todos los niveles de gestión, especialmente en la gestión de alto nivel para lograr la excelencia y la eficacia organizacional.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


en_USEnglish