No importa cuánto te esfuerces, a veces puede ser imposible motivarte. Sin embargo, en realidad no tiene que estar motivado para completar una tarea, iniciar un proyecto o alcanzar sus metas. Tu mente es infinitamente maleable, así que usa los siguientes trucos mentales para convencerte de que estás en ella.

Actúa como si estuvieras motivado

Recuerde que la motivación no es un requisito previo para actuar. De hecho, puede comenzar el día “engañando” a sí mismo para sentirse motivado. En lugar de estar sentada en pijama todo el día, vístete y muévete. Luego pregúntese, “¿qué estaría haciendo si me sintiera motivado?”

Ya sea que te peines y te maquilles, te afeites la cara o laves los platos, haz esa tarea y ponte en la mentalidad correcta. En unos minutos, deberías sentirte más motivado.

argumentar la alternativa

Cuando luchamos con la motivación, a menudo encontramos razones por las que no debemos actuar. Trate de argumentar la alternativa presentando razones por las que realmente tendrá éxito porque le recordará que un resultado demasiado pesimista no siempre es 100% exacto.

Sin embargo, no fomentes la positividad tóxica. Si su entorno de trabajo no apoya sus metas, puede usar sitios de trabajo que revisan a los empleadores según el crecimiento y el propósito de su carrera.

Practica la autocompasión

Castigarte por no estar motivado no va a ayudar. Los estudios demuestran que amarte a ti mismo aumenta tu motivación para recuperarte del fracaso. Un componente clave de la autocompasión, la autoaceptación, disminuye el estrés psicológico y los síntomas de depresión y ansiedad.

Háblate a ti mismo como un amigo de confianza porque es probable que seas más amable. Recuerde que la autocompasión saludable equilibra la aceptación y la mejora; no es una fiesta de lástima.

Date 10 minutos

La parte más difícil de cualquier tarea es comenzarla, pero después de superar ese obstáculo inicial, la mayor parte del tiempo es fácil. Piensa en una tarea que temes, como limpiar la casa o hacer ejercicio. Cuando se acerque a la tarea, dígase a sí mismo que abandonará después de 10 minutos si desea detenerse.

La mayoría de las veces, querrás seguir adelante. Ya estás haciendo la tarea, por lo que será mucho más fácil continuar. Además, no querrá detenerse y matar la motivación que ya tiene.

Reelabore su lista de tareas pendientes

Cuando le resulte difícil motivarse, notará que su lista de tareas se hace cada vez más larga. Si no reduce la cantidad de proyectos en su lista, se sentirá abrumado. Si bien es posible que tenga mucho que hacer, no tiene que completar todo hoy, y eso está bien.

Comience a reelaborar su lista de tareas priorizando las tareas más críticas. Cualquier cosa que pueda hacer “más tarde” puede trasladarse a otro día, lo que hace que las tareas de hoy sean más digeribles y manejables.

Trabajar en el autocuidado

Es posible que dejes de cuidarte a medida que tus tareas comiencen a acumularse, pero si no te enfocas en tus necesidades, será aún más difícil que te motives. Cree un plan de cuidado saludable que incluya comer una dieta saludable, hacer ejercicio, dormir, beber agua y hacer tiempo para el ocio y la diversión.

Tenga en cuenta que la “diversión” no debe incluir hábitos poco saludables, como comer en exceso y beber alcohol. Usar los malos hábitos como mecanismo de afrontamiento seguramente arruinará tu motivación.

Recompénsate

Siempre es bueno recibir una recompensa después de un arduo día de trabajo, pero es un desafío encontrar recompensas que no detengan su progreso. Por ejemplo, si desea perder peso, comer un trozo de chocolate después de cada 30 minutos de trabajo puede abrir el apetito y hacer que coma en exceso.

Trate de pensar en diferentes tipos de recompensas que no conduzcan al sabotaje. También querrá experimentar con diferentes estrategias y recompensar la frecuencia para encontrar un enfoque que funcione.

Hable con un psiquiatra

Si no sueles tener problemas de motivación o llevas un tiempo con un estado de ánimo bajo, deberías pedir cita con un psicólogo. Hay varias razones por las que puede carecer de motivación, incluidos problemas de salud mental, dudas y evasión.

El TDAH en adultos puede ser el culpable si parece que te enfocas demasiado en algunas cosas pero no puedes mantener tu atención centrada en tu trabajo. Si constantemente no cumple con los plazos o su falta de motivación está afectando su funcionamiento diario, eso podría ser un signo de depresión, ansiedad o agorafobia.

Sobre el Autor
Sarilaya Cada es una escritora de contenido independiente. Está interesada en una amplia gama de campos, desde la gestión de proyectos hasta la educación y la ingeniería.

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