¿Es posible controlar la ira, reducir sus efectos y disfrutar de la calma y la tranquilidad? La respuesta es sí, pero esto requiere algo de trabajo y esfuerzo.
¿Qué se necesita para tener aplomo? Puede sentirse como un bien escaso. Lo necesitas mucho cuando surge la ira. Aquellos que han experimentado la ira saben la tensión que puede generar en sus vidas.
Si bien podemos pensar que estar enojado es una forma positiva de reaccionar ante una situación, las investigaciones muestran que cuando nuestras emociones se desencadenan por experiencias negativas, pueden tener consecuencias a largo plazo, como ansiedad, depresión y dolencias físicas.
Si has sentido que has tenido tus momentos de ira últimamente, ¡este artículo es para ti!
Exploraremos cómo sus reacciones ante la ira pueden llevarlo por un camino de confusión interna e incertidumbre.
También exploraremos cómo el enfoque correcto y el manejo correcto de la ira pueden ayudar a evitar que estos problemas se apoderen de su vida.
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¿Por qué nos enfadamos?
La ira puede ser una respuesta saludable y bien ubicada en algunas situaciones de la vida. Pero cuando se vuelve excesivo o incontrolable, puede ser dañino.
Cuando la ira se vuelve excesiva, se etiqueta como ira “patológica”.
La ira patológica puede hacer que las personas sientan emociones negativas, como culpa, vergüenza o vergüenza. También pueden comenzar a sentirse agresivos y dañinos con las personas con las que están enojados.
La ira excesiva o “ira magnificada” ocurre cuando nos enojamos “demasiado rápido” o “en un grado mayor de lo normal”. Esto también se puede denominar “ira irracional”.
La clave aquí es que la ira excesiva puede convertirse rápidamente en estrés excesivo. Cuando te enojas “demasiado rápido”, puedes experimentar una “excitación aumentada del sistema nervioso autónomo”, lo que agrega más estrés a tu vida.
Maneras de manejar la ira y aumentar el equilibrio y la tranquilidad
¿Cómo podemos manejar la ira y aumentar el aplomo y la tranquilidad?
Para hacerlo, debemos reconocer los signos de ira, reconocer la situación y luego hacer un trabajo interno.
Aquí hay algunas maneras de manejar la ira, reducirla y rechazarla.
1. Reconocer las señales de advertencia de la ira
Cuando sienta que se está enojando, asegúrese de reconocer las señales de advertencia.
La ira es un estado emocional normal que surge naturalmente. Cuando sienta que se está enojando, puede sentir que su presión arterial, frecuencia cardíaca y respiración se aceleran. También puede notar que sus músculos se tensan, mientras su cuerpo se prepara para luchar o huir.
Si notas alguna de estas señales cuando te sientes enojado, trata de calmarte. Si puede, intente dar un paso atrás y piense en una forma menos conflictiva de manejar la situación.
Es posible que descubras que ni siquiera eras consciente de que te estabas “enfadando” en primer lugar.
2. Acepta la situación, luego rechaza la ira
Cuando sientas que te enojas, reconócelo. Cuando te sientas enojado, trata de reconocer y aceptar el hecho de que te sientes así.
Es importante reconocer los resultados negativos de su ira. Cuando esté enojado, tenga en cuenta que puede hacerse daño a sí mismo o a los demás. Una vez que haya reconocido su ira e identificado cómo puede estar lastimándose a sí mismo oa los demás, debe tratar de superar la ira.
En un esfuerzo por controlar su ira, también puede tratar de suprimirla o “ignorarla” enfocándose en otra cosa.
3. Practica la autocompasión cuando te sientas molesto
Cuando te sientas molesto, trata de involucrarte en la autocompasión. Esto puede sonar un poco extraño, pero es crucial para su salud.
La autocrítica puede provocar ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental. Las personas que se involucran en la autocrítica tienden a reaccionar de forma exagerada ante las situaciones, es más probable que se lastimen a sí mismas.
La autocrítica es muy dañina porque te dice: “No eres lo suficientemente bueno”. Esto puede generar sentimientos de inutilidad, lo que puede causar un daño significativo a su salud mental.
Cuando te sientas molesto y quieras arremeter contra ti mismo, trata de involucrarte en la autocompasión. Esto significa que, en su mente, se está diciendo a sí mismo: “Entiendo que me siento molesto en este momento, pero no hay necesidad de eso.
4. Tómese un descanso de sus actividades diarias cuando esté molesto
Cuando te sientas enojado, no te asustes. Tómese un descanso de sus actividades diarias. Esto puede ser por unos minutos, horas o un día completo, dependiendo de la ira y la situación.
Cuando esté enojado, dígase a sí mismo: “Necesito tomarme un descanso de mi enojo y hacer algo que me calme”. Esto te ayudaría a controlar la ira y calmarte.
Hay innumerables maneras de relajarse y calmarse.
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Aqui hay algunas sugerencias:
- Escuchar música. –
- Meditar.
- Pasa tiempo con un amigo o un ser querido.
- Dar un paseo.
- Ejercicio.
- Ver una comedia en la televisión.
- Toma una taza de té. –
- Tomar una ducha.
- Tararea en voz baja para ti mismo.
- Duerme un poco.
5. Espera antes de reaccionar
A veces, la ira proviene de una fuente externa, como una discusión con un ser querido, un compañero de trabajo o un extraño, o debido a un caso de acoso.
Si este es el caso, intente esperar antes de reaccionar ante la situación. Si sabe que se siente “caliente” por la ira, intente esperar antes de reaccionar.
En su mente, puede estar diciendo algo como: “No quiero reaccionar en este momento. Necesito calmarme primero.
6. Desarrolla el desapego
Hay muchos beneficios de desarrollar un sentido de desapego en tu vida. Desarrollar un sentido de desapego puede ayudarlo a sentirse mejor a largo plazo.
Este desapego se caracteriza por “la experiencia de estar fuera de tus sentimientos y emociones”.
Lidiar con la ira sin arremeter puede ser difícil, pero se puede lograr si trata de controlar sus emociones.
Cuando esté enojado, dígase a sí mismo: “Estos son sentimientos que estoy experimentando, pero no tengo que aceptarlos. No quiero que sean parte de mí. Ellos no determinarán cómo reacciono. Puedo elegir mis reacciones y mantener la calma”.
Una pequeña dosis de desapego es una de las mejores y más efectivas formas de controlar la ira y deshacerse de ella.
Obtenga más información sobre el desapego y lo que significa.
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7. Aprenda a evitar tomar las cosas personalmente
Cuando te sientas enojado, trata de recordarte a ti mismo que “no se trata de ti”. Esto puede sonar tonto, pero inténtalo. En su mente, puede estar diciendo algo como: “No se trata de mí. Solo tengo que lidiar con cualquier situación que esté frente a mí”.
Trate de tener esto en cuenta cuando esté manejando situaciones en las que pueda estar enojado. Trate de recordarse a sí mismo que “no se trata de usted” y concéntrese en la situación actual.
8. Lleva la atención plena a tu vida
La atención plena es una práctica poderosa que puede transformar tu vida de muchas maneras. Se trata de prestar atención a sus pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas sin juzgar.
Al incorporar la atención plena a su vida, puede mejorar su bienestar mental y emocional, reducir el estrés y la ansiedad, y reducir los sentimientos de enojo.
Palabras finales
En conclusión, controlar la ira y cultivar el equilibrio y la tranquilidad es esencial para llevar una vida plena. Requiere una combinación de autoconciencia, atención plena y prácticas intencionales para mantener el equilibrio emocional y responder a las situaciones con claridad y calma.
Al reconocer y manejar las emociones negativas, practicar la gratitud, adoptar una mentalidad de crecimiento y participar en el cuidado personal, puede mejorar su inteligencia emocional y experimentar un mayor equilibrio y tranquilidad en su vida.
Recuerde que este es un viaje continuo y se necesita tiempo y esfuerzo para dominar estas habilidades. Con práctica constante y perseverancia, puedes superar la ira y cultivar una vida pacífica y alegre.
“Cuando estés enojado, cuenta hasta diez antes de hablar. Si está muy enojado, cuente hasta cien”.
– Thomas Jefferson
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